Reseña: Taibhse

Me he enamorado de un fantasma.

En Escocia abundan los fantasmas y muchos escoceses creen en su existencia. Para Lia, una joven de Barcelona que estudia en el colegio Royal Dunedin de Edimburgo, estas tradiciones sólo forman parte de la leyenda urbana de la ciudad, pero un día conoce a Álastair, de quien se enamora, y con él descubrirá la otra cara de la ciudad llena de muerte y de vida, de luz y oscuridad.
Porque no todos están tan vivos como parecen.

Historia
Se dice que Edimburgo es un lugar en el que habitan los espíritus. Las historias de fantasmas en torno al lugar no son escasas y precisamente, en el colegio de Lia cuentan una que ella se niega a creer pero con la que pronto se dará de bruces para desbaratar toda su vida y sus planes.
Ser la encargada de la biblioteca por las tardes como le pidió el director la lleva a conocer a Álar, un joven de pelo rojo aparecido de la nada, se sentirá atraída por él, pero Álar no es quien dice ser y hay amores que son imposibles.

Opinión personal
Más que advertida de que me iba a encontrar un auténtico bodrio, una lectura espeluznante como poco, he de admitir que a mí no me ha desagradado tanto, aunque cabe decir que me he reído de lo lindo con la novela y eso que se supone que es oscura, siniestra y algo terrorífica, pero no lo podía evitar, hay tantas situaciones hilarantes que me costaba aguantarme la risa. El caso es que, en definitiva, me ha entretenido un rato y aunque está plagada de tópicos y de momentos absurdos, tiene su punto.
La novela nos presenta un Edimburgo místico en el que la joven Liadan, mitad española y mitad escocesa, se ve envuelta ya que posee la inusual habilidad de ver a los fantasmas que vagan por el mundo –y no distinguirlos de los vivos–. Cuando conoce a Álastair se siente atraída por él, pero el enamorarse de un fantasma tiene sus consecuencias y la frágil línea entre la cordura y la locura está cada vez más difusa y cuanto más se adentra en este desconocido mundo, más peligros corre.
Aunque plagada de momentos absurdos, la idea de la que parte Taibhse tiene potencial. Sin embargo, la historia se centra tanto en los momentos insípidos entre Liadan y Álastair, que todo lo que podría haber convertido la novela en algo extraordinario se queda en mero entretenimiento, algunos momentos emotivos y un final caótico con un enemigo que aparece porque sí, por puro capricho fantasmal. Parece que ésa acción final de la novela, que tiene un ritmo más bien pausado, queda forzada y no tiene cabida en la historia, claro que era hacer eso o que Liadan quedara como una demente total.
Lo que no tiene sentido es que Álastair pueda entrar en contacto con el mundo material y Caitlin, que se supone que es un fantasma del mismo tipo, no pueda, o que algunos objetos se puedan pasar al mundo fantasmal y dejen de ser visibles a los ojos humanos.
Liadan es una chica diferente y lo cierto es que puede llegar a resultar algo engreída, es consciente de que es inteligente –aunque a veces me pregunto dónde se ha dejado esa inteligencia suya– y de que no es fea aunque no saca provecho de su atractivo. Sin embargo, actúa impulsivamente y sin ninguna lógica. Álastair, por su parte, es un antiguo guerrero que lleva siglos vagando por las inmediaciones del castillo que ahora es el colegio. Es obsesivo e incluso agresivo, encima, es incapaz de dejar correr la situación con Liadan y abandonar por un tiempo la biblioteca, para evitar ser descubierto y que ella quede como una lunática, pero lo cierto es que tener a una humana que lo vea le divierte y se ha quedado prendado de ella. La mejor amiga de Liadan, Aithne, y su primo, Keir, son los únicos que realmente se preocupan por Liadan, pero ésta no se deja ayudar hasta que la cosa está a punto de estallar. Lo cierto es que Keir podría haber sido un objetivo romántico interesante, pero la autora se centra en Liadan y Álastair abandonando cualquier otra posibilidad. Los fantasmas Caitlin y Jon me han gustado, son interesantes y juegan su papel lo justo y necesario, así como el perro Bobbie y la pequeña Annie, que parecen irrelevantes al principio pero también tienen su función.
Puesto que la novela está contada desde el punto de vista de Liadan, Álastair y a veces de algún que otro personaje, la autora se las ha apañado para dotar a las partes de cada personaje de un toque particular, cada personaje tiene su propio lenguaje, su propia forma de expresarse y eso dice mucho de Carolina Lozano como autora –para bien, claro está–. El ritmo de la novela, como ya he dicho, es bastante pausado, pero a mí no se me ha hecho lenta en ningún momento, sencillamente carece de momentos de gran acción y los pocos que tiene no son convincentes
En resumen, aunque a mí me haya gustado lo suficiente, y considero que no es un bodrio infumable, reconozco que la novela tiene muchas carencias y está plagada de sin sentidos, claro que tenemos que tener en cuenta que se trata de una historia de fantasmas y puede parece que en su mundo todo vale. Si no andas esperando la historia de fantasmas definitiva y revolucionaria, entonces Taibhse puede llegar a gustarte, pero no pasa de ser una novela entretenida y que, por lo menos, se aleja un poco de lo habitual.

Valoración

Ficha

Título: Taibhse
Autora: Carolina Lozano
Año: 2010
Editorial: Edebé
ISBN: 9788423686971

Gracias a Edebé por el ejemplar.