La chica de ensueño.
Historia
Lo que prometen ser otras tediosas vacaciones con el pervertido de su abuelo se convierten en algo insólito cuando descubre el cuaderno de Aroha, una anterior huésped del hotel, y empezará a enamorarse de una chica que no ha visto, a la que sólo conoce a través de un cuaderno. Mientras, tiene que lidiar con Muriel, la hija del ligue de su abuelo, una chica algo excéntrica que está pasando el verano participando en una maratón de escritura.
Opinión personal
Los libros de Francesc Miralles son raros. Tras un inicio que fue, literalmente, como una patada en el estómago para mí, la historia empezó a cobrar forma para transformarse en una de esas historias extrañas, llenas de entresijos que tanto le gustan al autor y que yo, por desgracia, no acabo de coger el gusto.
Un cuaderno en una cama de un hotel de una chica que podría ser la chica de sus sueños es lo que encuentra Josan en sus vacaciones. Un cuaderno que se convierte en una obsesión para el vulnerable Josan, que enamorado de una chica que quizás jamás llegue a conocer, empieza a encontrarse también a sí mismo mientras pasa el tiempo con Muriel, una chica que esconde más de lo que él piensa.
Pensaba que con las circunstancias que rodeaban al personaje y con esa forma de plasmar unas sensaciones que me son conocidas al inicio de la novela, conectaría con esta historia. Sin embargo, es demasiado corta y lo que yo pensaba que explotaría –una depresión–, queda relegado a un plano terciario para dar paso a una historia de amor que me ha resultado un tanto peculiar. A pesar de que no acabo de comprender que el protagonista se enamore de una chica que sólo conoce a través del cuaderno, me ha gustado como el autor ha jugado con eso, dosificando el cuaderno de Aroha, convirtiéndola en un misterio que también puede atrapar al lector.
Como todas las historias de Francesc, siempre hay elementos externos, personajes excentricos y quizás alguno que actúa como una especie de gurú. Crea historias que, aunque podrían ser reales, transmiten un halo de irrealidad. Ese aspecto es algo que me fascina pero que a la vez hace que no acabe de conectar del todo con esta novela.
Josan es un chico deprimido, y lo cierto es que me habría gustado que se ahondara más en ese aspecto, puesto que se nos presenta de una forma muy poderosa –ya os digo, a mí los primeros párrafos me resultaron demoledores–, pero el resto de la novela no parece que encaje mucho con esa descripción. Sin duda, Muriel es el personaje que me ha conquistado, con su personalidad excéntrica y su reto de superar el NaNoWriMo.
Una de las cosas que no me ha gustado de la novela es esa manía –por llamarlo de alguna forma– de meter vocabulario en inglés porque sí. Aunque me encanta como escribe Francesc, que siempre consigue arrastrarme con su pluma, este detalle no me acaba de convencer, llamadme antigüa. Sobre todas las cosas, destaco de esta novela cómo ha sabido describir la sensación de pánico que puede provocarte la ansiedad ante la perspectiva de enfrentarte al mundo, hasta el punto de provocarme escalofríos de lo familiar que era la sensación que describía, una pena, bajo mi punto de vista, que no haya explotado más ese aspecto.
He disfrutado con El cuaderno de Aroha, pero quizás esperaba otro tipo de novela completamente distinta a lo que me he encontrado. La portada, sin duda, me ha llevado a engaño. Nunca me canso de la pluma de Francesc aunque no siempre disfrute todo lo que me gustaría de sus historias. Espero poder encontrar pronto esa novela suya que estoy esperando, la que haga que las sensaciones me abrumen y me atrape por completo.
Valoración
Ficha
Josan pasa las vacaciones de verano con sus padres en un hotel de la costa. Mientras trata de planificar el futuro inmediato, dedica su tiempo a leer libros de filosofía y a interrogarse sobre lo divino y lo humano.
Durante una siesta fallida, encuentra bajo el colchón de su cama un diario como los que guardaba su abuela de su infancia. Sobre las tapas de cuero, alguien ha escrito con purpurina plateada: DIARIO DE AROHA.
Fascinado con este hallazgo, Josan pasa los días siguientes leyendo el diario de una joven que, a punto de cumplir los dieciocho, dice odiar a sus adinerados padres y todo lo que ellos han dispuesto para su vida.
Dentro del diario, Josan encuentra una fotografía. Detrás de ella, Aroha ha escrito: «Búscame y te encontrarás».
Lo que prometen ser otras tediosas vacaciones con el pervertido de su abuelo se convierten en algo insólito cuando descubre el cuaderno de Aroha, una anterior huésped del hotel, y empezará a enamorarse de una chica que no ha visto, a la que sólo conoce a través de un cuaderno. Mientras, tiene que lidiar con Muriel, la hija del ligue de su abuelo, una chica algo excéntrica que está pasando el verano participando en una maratón de escritura.
Los libros de Francesc Miralles son raros. Tras un inicio que fue, literalmente, como una patada en el estómago para mí, la historia empezó a cobrar forma para transformarse en una de esas historias extrañas, llenas de entresijos que tanto le gustan al autor y que yo, por desgracia, no acabo de coger el gusto.
Un cuaderno en una cama de un hotel de una chica que podría ser la chica de sus sueños es lo que encuentra Josan en sus vacaciones. Un cuaderno que se convierte en una obsesión para el vulnerable Josan, que enamorado de una chica que quizás jamás llegue a conocer, empieza a encontrarse también a sí mismo mientras pasa el tiempo con Muriel, una chica que esconde más de lo que él piensa.
Pensaba que con las circunstancias que rodeaban al personaje y con esa forma de plasmar unas sensaciones que me son conocidas al inicio de la novela, conectaría con esta historia. Sin embargo, es demasiado corta y lo que yo pensaba que explotaría –una depresión–, queda relegado a un plano terciario para dar paso a una historia de amor que me ha resultado un tanto peculiar. A pesar de que no acabo de comprender que el protagonista se enamore de una chica que sólo conoce a través del cuaderno, me ha gustado como el autor ha jugado con eso, dosificando el cuaderno de Aroha, convirtiéndola en un misterio que también puede atrapar al lector.
Como todas las historias de Francesc, siempre hay elementos externos, personajes excentricos y quizás alguno que actúa como una especie de gurú. Crea historias que, aunque podrían ser reales, transmiten un halo de irrealidad. Ese aspecto es algo que me fascina pero que a la vez hace que no acabe de conectar del todo con esta novela.
Josan es un chico deprimido, y lo cierto es que me habría gustado que se ahondara más en ese aspecto, puesto que se nos presenta de una forma muy poderosa –ya os digo, a mí los primeros párrafos me resultaron demoledores–, pero el resto de la novela no parece que encaje mucho con esa descripción. Sin duda, Muriel es el personaje que me ha conquistado, con su personalidad excéntrica y su reto de superar el NaNoWriMo.
Una de las cosas que no me ha gustado de la novela es esa manía –por llamarlo de alguna forma– de meter vocabulario en inglés porque sí. Aunque me encanta como escribe Francesc, que siempre consigue arrastrarme con su pluma, este detalle no me acaba de convencer, llamadme antigüa. Sobre todas las cosas, destaco de esta novela cómo ha sabido describir la sensación de pánico que puede provocarte la ansiedad ante la perspectiva de enfrentarte al mundo, hasta el punto de provocarme escalofríos de lo familiar que era la sensación que describía, una pena, bajo mi punto de vista, que no haya explotado más ese aspecto.
He disfrutado con El cuaderno de Aroha, pero quizás esperaba otro tipo de novela completamente distinta a lo que me he encontrado. La portada, sin duda, me ha llevado a engaño. Nunca me canso de la pluma de Francesc aunque no siempre disfrute todo lo que me gustaría de sus historias. Espero poder encontrar pronto esa novela suya que estoy esperando, la que haga que las sensaciones me abrumen y me atrape por completo.
3
Título: El cuaderno de ArohaGracias a Destino y al autor por el ejemplar para la reseña.
Autor: Francesc Miralles
Año: 2013
Editorial: Destino
ISBN: 9788408038245