¡¡Aviso: si no has leído Generación Dead no sigas leyendo!!
El amor no entiende la frontera entre la vida y la muerte.
Historia
Tras los trágicos eventos de la Casa Encantada, la vida para Phoebe y sobre todo para Adam ya no es igual. No es igual para nadie. Y es que Adam murió para salvarla, y eso lo cambia todo, más aún cuando el regreso de Adam ha sido de todo menos fácil. El chico parece que no reacciona a pesar de los esfuerzos de Phoebe por estar con él. Pero lo peor está por llegar, porque Pete, el asesino de Adam, se escapará por los pelos de la prisión y puede que haya alguien dispuesto a enseñarle algo muy peligroso.
Mientras tanto, otros zombies piensan que las cosas tienen que cambiar y tienen que tomar medidas y Tommy emprende su propia cruzada a favor de los suyos.
Sin embargo, Phoebe y los demás irán descubriendo cosas que no les van a gustar. ¿Podrá Phoebe recuperar a Adam? ¿Qué se esconde tras la Fundación? ¿Conseguirá Tommy sus objetivos?
Opinión personal
Tras una primera parte, que me gustó mucho aunque no me volvió loca, con un final tan abrupto e intrigante, no podía quedarme sin leer su segunda parte, que es, sin lugar a dudas, mejor que la anterior entrega. Waters consigue captar mejor al lector, transmite mejor los sentimientos de los personajes, sus preocupaciones, sus tribulaciones, sus problemas, en definitiva, hay un salto de estilo. Generación Dead no consiguió transmitirme tanto como Beso de vida.
Ante todo, hay que decir que la historia es una parodia y no porque sea una comedia o sea graciosa, en absoluto, Beso de vida es reflejo de algo que está ahí, latente pero presente, algo que en su día, fue muy real: el racismo. Los vivos frente a los muertos.
La historia que nos cuenta Beso de vida es mucho más dura que la que nos encontramos en Generación Dead y vemos más de cerca los bandos radicales. Discriminación, segregación, experimentos, bandalismo. Todo ello al máximo exponente mientras Phoebe debe aprender a tratar al nuevo Adam y Tommy decide que quiere ser el héroe de la causa zombi. Vemos aquello a lo que se enfrentan los que regresan desde dentro de la mano de Adam, que se convierte en narrador en algunos capítulos. Se desvelan secretos que era mejor mantener ocultos y se vislumbra lo que podría ser una gran tragedia. La trama, como ya se intuía en Generación Dead es mucho más compleja de lo que podemos observar a simple vista y aquellos que creíamos buenos, pueden darnos muchas sorpresas...
Phoebe cambia bastante con respecto al primer libro, obviamente, la muerte y resurrección de Adam marca un antes y un después en su vida, porque se da cuenta de muchas de las cosas que siente con respecto a Adam, a quien debe la vida y con quien se siente en deuda, pero no tenemos claro si Phoebe sigue sintiendo algo por Tommy -que pierde protagonismo- y sólo está con Adam porque se siente obligada o si sus sentimientos hacia su amigo son genuinos. Por otro lado, Karen y el resto de zombis cobran más protagonismo, lo cual se agradece porque por ahí se cuece algo muy interesante.
Introducir a Adam como narrador ocasional ha sido un acierto, porque conforme va avanzando como zombi, su forma de relatar va cambiando por completo, al principio resulta frustrante para el lector -cosa totalmente intencionada- porque no forma frases coherentes, es como si tuviese el cerebro frito. Por otra parte, hay un salto en el estilo de Waters, que es capaz de transmitir mucho mejor el mensaje que hay implícito en la novela. El ritmo puede hacerse lento a veces, pero está bastante equilibrado.
En general, mejor que la anterior entrega y con las expectativas altas para ver que nos espera en su volumen final, que promete ser más duro aún. Una trilogía que, en mi opinión, es una lectura obligatoria y de la que se disfruta. Quizás no sea el no-va-más de la literatura, pero tiene todos los ingredientes necesarios para pasar un buen rato: es entretenida, tiene gancho, personajes carismáticos y sobre todo un mensaje que merece la pena leer.
Valoración
Ficha
El fenómeno que ha azotado el país no cesa. Los adolescentes que salieron de sus tumbas siguen aquí y, además, se les unen nuevos muertos vivientes cada día.
Aunque Phoebe Kendall está viva, se siente tan perdida y sola como sus amigos muertos. Justo cuando se había hecho a la idea de que sentía algo por un zombi (su pareja de baile, Tommy Williams), su amigo Adam muere a causa de un disparo dirigido a ella. Todo se vuelve mucho más confuso cuando Adam regresa de entre los muertos. Ahora Phoebe está dividida entre dos chicos zombis: el que le salvó la vida y el que necesita para seguir viviendo.
Tras los trágicos eventos de la Casa Encantada, la vida para Phoebe y sobre todo para Adam ya no es igual. No es igual para nadie. Y es que Adam murió para salvarla, y eso lo cambia todo, más aún cuando el regreso de Adam ha sido de todo menos fácil. El chico parece que no reacciona a pesar de los esfuerzos de Phoebe por estar con él. Pero lo peor está por llegar, porque Pete, el asesino de Adam, se escapará por los pelos de la prisión y puede que haya alguien dispuesto a enseñarle algo muy peligroso.
Mientras tanto, otros zombies piensan que las cosas tienen que cambiar y tienen que tomar medidas y Tommy emprende su propia cruzada a favor de los suyos.
Sin embargo, Phoebe y los demás irán descubriendo cosas que no les van a gustar. ¿Podrá Phoebe recuperar a Adam? ¿Qué se esconde tras la Fundación? ¿Conseguirá Tommy sus objetivos?
Tras una primera parte, que me gustó mucho aunque no me volvió loca, con un final tan abrupto e intrigante, no podía quedarme sin leer su segunda parte, que es, sin lugar a dudas, mejor que la anterior entrega. Waters consigue captar mejor al lector, transmite mejor los sentimientos de los personajes, sus preocupaciones, sus tribulaciones, sus problemas, en definitiva, hay un salto de estilo. Generación Dead no consiguió transmitirme tanto como Beso de vida.
Ante todo, hay que decir que la historia es una parodia y no porque sea una comedia o sea graciosa, en absoluto, Beso de vida es reflejo de algo que está ahí, latente pero presente, algo que en su día, fue muy real: el racismo. Los vivos frente a los muertos.
La historia que nos cuenta Beso de vida es mucho más dura que la que nos encontramos en Generación Dead y vemos más de cerca los bandos radicales. Discriminación, segregación, experimentos, bandalismo. Todo ello al máximo exponente mientras Phoebe debe aprender a tratar al nuevo Adam y Tommy decide que quiere ser el héroe de la causa zombi. Vemos aquello a lo que se enfrentan los que regresan desde dentro de la mano de Adam, que se convierte en narrador en algunos capítulos. Se desvelan secretos que era mejor mantener ocultos y se vislumbra lo que podría ser una gran tragedia. La trama, como ya se intuía en Generación Dead es mucho más compleja de lo que podemos observar a simple vista y aquellos que creíamos buenos, pueden darnos muchas sorpresas...
Phoebe cambia bastante con respecto al primer libro, obviamente, la muerte y resurrección de Adam marca un antes y un después en su vida, porque se da cuenta de muchas de las cosas que siente con respecto a Adam, a quien debe la vida y con quien se siente en deuda, pero no tenemos claro si Phoebe sigue sintiendo algo por Tommy -que pierde protagonismo- y sólo está con Adam porque se siente obligada o si sus sentimientos hacia su amigo son genuinos. Por otro lado, Karen y el resto de zombis cobran más protagonismo, lo cual se agradece porque por ahí se cuece algo muy interesante.
Introducir a Adam como narrador ocasional ha sido un acierto, porque conforme va avanzando como zombi, su forma de relatar va cambiando por completo, al principio resulta frustrante para el lector -cosa totalmente intencionada- porque no forma frases coherentes, es como si tuviese el cerebro frito. Por otra parte, hay un salto en el estilo de Waters, que es capaz de transmitir mucho mejor el mensaje que hay implícito en la novela. El ritmo puede hacerse lento a veces, pero está bastante equilibrado.
En general, mejor que la anterior entrega y con las expectativas altas para ver que nos espera en su volumen final, que promete ser más duro aún. Una trilogía que, en mi opinión, es una lectura obligatoria y de la que se disfruta. Quizás no sea el no-va-más de la literatura, pero tiene todos los ingredientes necesarios para pasar un buen rato: es entretenida, tiene gancho, personajes carismáticos y sobre todo un mensaje que merece la pena leer.
Título: Beso de vida
Título original: Kiss of Life
Autor: Daniel Waters
Traducción: Pilar Ramírez Tello
Año: 2009
Edición española: 2010
Editorial: Molino
ISBN: 978-84-2720-036-4
A mí el primero no me acabó de convencer, más que nada por mi antipatía hacia Tommy. Aún así, tu reseña me ha animado a darle una segunda oportunidad a la saga.
ResponderEliminarMuy buena reseña, ¡te ha quedado muy completa!
Un beso~
Lo tengo aquí, a la espera de ser leído >///<
ResponderEliminarYo quiero leer generación Dead así que no leí tu reseña... joo! a ver si encuentro hueco de una vez para leerlos!!
ResponderEliminarGeneración Dead me encantó, y a este le tengo muchísimas ganas ^^
ResponderEliminarSin embargo, he decidio dejarle en la estantería y no catarle hasta que no salga el tercero, así no me quedo intrigada xD
¡Besotes! ;)
Hubo un tiempo en que Generación Dead me llamaba bastante la atención pero al final decidí no cogerlo ya que creo que tampoco es para tanto, así que este que con buena pinta que no lo has dejado, si no leo ese primero.... :s
ResponderEliminarUn besote!