Cover Hate: Te esperaré toda mi vida

Portadas que hacen que te quieras sacar los ojos sometidas a un exhaustivo análisis. Se aceptan sugerencias en equinoccioblog[at]gmail[dot]com.

No he tenido el placer –y digo placer porque estoy bastante segura de que lo es– de leer a Megan Maxwell salvo por una historia corta que me pareció de lo más divertida. Por lo general, sus novelas gozan de una excelente presentación (unas mejores que otras, claro está) y entran por los ojos. Por lo general.
Pero, queridos, toda regla tiene su excepción y a la pobre Megan le hicieron este crimen (Nota: no me responsabilizado del daño que podáis sufrir a partir de este momento):

Click para verla en grande.

¡¡¡¡¡¡¡PERO QUÉ ES ESTO!!!!!!! Si hasta un mono ciego y manco puede hacer una portada mejor que esta. Es que me da la risa cada vez que la veo, porque es una de las portadas más penca, hortera y mal maquetada que he encontrado en mi vida. Quien fuera quien diseñara semejante esperpento debía de tener mucha envidia de Megan o bien estaba a punto de terminarse su contrato y quería irse por todo lo alto. Y si no, lo despedirían después, porque madremíadelamorhermoso.
La chica bien parece sacada de una foto-facebook en un día soleado con todas las amigas. Recorte aquí, recorte allá, le meto un fundido y me quedo mas ancho que largo. Es que no tengo palabras para describir lo horroroso que me parece y ojo, que la muchacha es bien mona, pero, por favor, ese difuminado, esa pose antinatural y esa forma de mezclarse con el fondo es como... ¿En serio a alguien le han pagado por esto? ¿En serio? Porque si es así, ahora mismo voy a hacerme diseñadora gráfica, de hecho, todos deberíamos hacerlo.
La elección de las fuentes, tanto las tipografías como los colores es desacertada. Mientras que el nombre de la autora está en rojo y con un estilo bastante moderno, el título usa una tipografía en plan medieval que no. Vamos, que queda feo. El nombre de la autora y el título. Mucho.
Y luego tenemos un gran espacio para un castillo. Una imagen preciosa, pero que acaba estropeada por el resto del conjunto.
Siempre que veo esta portada pienso: Pobre Megan Maxwell, qué habrá hecho para merecer esto; y también me da la risa –eso ya lo he dicho– y me indigno porque es photoshop mal hecho, como si hubiesen contratado al cani de turno para hacerla, y lo digo totalmente en serio. Me recuerda a esos collage típicos de tuenti tipo "ShU MoOreNikaHH kOooN hArteeE BieNeEHhh Hha KMeLaAaRteEhH", le añadimos el conejo de Playboy y listo.
Vale, la chica esta no tiene pinta de choni –no mucho–, y le faltan los morritos y maquillaje fantasía, pero es que... me cambias el blanco de fondo por un fucsia y ahí está. Seguro que podéis visualizarlo.

Se ve que, a pesar de todo y para fortuna de la autora y la editorial, la novela vendió bien y, por suerte, en su segunda edición le han hecho un lavado de cara a Te esperaré toda mi vida, y si bien esta nueva portada tampoco me vuelve loca, está llena de fundidos cutres y, en fin, no sale de mi concepto de crimen gráfico, sí que resulta más llamativa y adecuada para una novela que pretende ser vendida.

Sin duda, han acertado más con los colores, la tipografía y, aunque sigo sin ver el encanto de los fundidos, al menos esta portada está algo mejor trabajada.